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Como lo oyen. No solo de aburridos y sosos sandwiches de jamón y queso vive el humilde pan de molde. Vamos a presentar dos posibilidades que, seguramente, les sugieran unas cuantas más. Cortaremos la corteza de varias rebanadas de pan. Con un rodillo las aplanaremos bien. La mitad las embadurnaremos de un queso crema y las cubriremos con láminas de salmón (crudo, ahumado... al gusto. También pueden poner atún crudo, que no solo vale para el sushi). Las enrollamos haciendo un tubo, envolvemos en papel film bien apretadas como si fueran caramelos y las guardamos en la nevera. Mientras, untamos la otra mitad de rebanadas con clara de huevo. Distribuimos unas pipas, semillas de sésamo, pistachos machacados... como veamos. Las colocamos en una fuente de horno entre dos papeles sulfurizados y colocamos encima otra bandeja que haga de peso. A 120 grados de 5 a 7 minutos. Sacamos los rulos de la nevera, quitamos el papel film y los cortamos en rollitos. Y ya tenemos una variedad de snacks buenos, bonitos y baratos.
12 rebanadas de pan de molde
200 gr. de queso crema
200 gr. de salmón ahumado
2 huevos
Pipas de girasol u otras semillas al gusto.
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