La Abadía

Pachi Larrosa

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Jueves, 17 de septiembre 2020, 13:11

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La Abadía es como una especie de refugio. Si uno no está avisado, al pasar por delante de su espectacular escaparate pudiera creer que está ante una exclusiva tienda delicatessen donde adquirir sobre todo productos ibéricos, una gran selección de quesos y otros artículos de alimentación de alta gama. Pero si entra se dará cuenta de que en un luminoso y bien climatizado establecimiento, hay varias mesas donde se puede comer. Y es como una especie de refugio porque en esta calurosa Murcia, entrar aquí, degustar una media ración del mejor jamón ibérico y tomarse una copa de buen vino perfectamente atemperada es como un salvavidas para el cuerpo y el alma que restaura ambos del ajetreo del día. Solo por esto vale la pena una visita. Pero es que, además, con una carta corta pero exquisita y con un menú de guiso diario, la restauración es completa. A la hora del desayuno, hasta ocho tipos de cafés, quince de tés, y cuatro o cinco de manzanillas. No les digo nada si se toman aquí una tostada con tomate y jamón. Otra docena de posibilidades en tostadas y chapatas completan la oferta. Por cierto los cinco tipos de panes que se ofrecen están elaborados a partir de masa madre. Y para comer, además de una carta de despieces de cerdo ibérico, según el día de la semana y cambiando a menudo, olla gitana, guiso de costillejas ibéricas de bellota, gazpacho manchego con cerdo ibérico, guiso de trigo sarraceno o caldereta marinera. Además, un servicio rápido y muy profesional. No me extraña que como supuestos monjes de esta singular Abadía, salgamos todos de aquí cantando salmos.