De Loreto

Pachi Larrosa

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Jueves, 17 de septiembre 2020, 13:10

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Lo primero que impacta del restaurante De Loreto es su arquitectura. El establecimiento ocupa un edificio construido en la segunda mitad del siglo XIX y que, en su día, fue sede del conocido «Sindicato de la Aguja», sindicato feminista de principios de siglo XX. Articulado en diferentes salones de ambientación clásica en torno a un delicioso patio porticado en dos plantas, es el escenario perfecto para que Irene, su chef, despliegue toda su imaginación y su amor al producto y a la cocina a frente de un joven equipo. En la carta de temporada encontramos entrantes como alcachofa en tempura, crema de setas y chocolate amargo, calamar asado y crema cítrica de coco, un taco de secreto de cerdo, carillas, crema de maíz ahumado y tomate chipotle o una carne de vieira ahumada. Contundentes y sabrosos gazpachos jumillanos y un arroz y conejo con caracoles son las siguientes propuestas, para dar paso al capítulo de pescados con un lomo de bacalao cocinado al vacío y crema de almendras y azafrán y una suprema de corvina, fondo oscuro de tomate y espinacas con castañas; y al de carnes, con paletilla de cordero jumillano cocinada a baja temperatura con especias murcianas, lomo alto de ternera lechal a la planchao una pluma ibérica, pesto de pistachos y shiitake encebollado. Ofrecen, además, dos menús cerrados de 17 y 30,50 euros y menús diarios para llevar.. Y podemos aprovechar el viaje para adquirir bebidas artesanas que la propia Irene produce (cerveza, hidromiel y una sidra de perra de Jumilla de no creerse). Visita obligada en Jumilla.